En mayo de 2022, Sebastián llego triste de la escuela. Estaba yo preocupada por él. Pensé que tal vez alguien era un bully, pero me aseguró que estaba inusualmente cansado. Al día siguiente era lo mismo, y tenía fiebre, así que lo llevé al médico que le diagnosticó una infección de estómago y le recetó antibióticos. Mejoró, pero no pasó mucho tiempo antes de que regresaran los mismos síntomas. Fuimos a otro médico que dijo que era lo mismo y nos recetó aún más antibióticos. Me pregunté cómo podría ser una infección del estómago si no tenía síntomas gastrointestinales, pero seguí lo que dijo el médico. Pero luego se agregó la respiración rápida a sus síntomas y supe que algo más estaba pasando, así que esta vez lo llevé al hospital. La respiración era tan rápida que me asustó. Pensaron que era bronquiolitis y prescribieron un tratamiento con nebulizador. Cuando […]